Con mi grupo de trabajo, hablamos que los colores están en todas partes y pueden aplicarse en casi todas las ocasiones de la vida. Incluso hay quien se siente identificado con cada color o que un color puede decir lo que siente o lo que sintió, o bien lo que le hizo sentir.
¿Que tanto influyen los colores en nuestro diario vivir?
Según una compañera del grupo, el color de los espacios que nos rodean puede hacernos sentir de una forma determinada. Es decir que si es un color alegre, puede hacernos sentir alegría, contagiándonos la sensación que el color representa.
Esto también puede ser contradictorio para nuestra salud emocional, ya que si el color es apagado, también podría hacernos sentir deprimidos o sin ganas de nada.
Según nuestra tesis, un arquitecto debe hacer pruebas y estudios psicológicos de lo que siente el tipo de gente que habitará sus construcciones. Algunos recurren al test de Max Luscher, que consiste en analizar colores para determinar estados de ánimo. De esta forma los arquitectos saben que colores pueden utilizar en sus construcciones, para beneficiar no solo espacialmente sino también ambientalmente a sus clientes.
Como bien podemos definir el color, como tal puede comprenderse de mejor forma por clasificación, armonía, intensidad y contraste, el significado y la teoría del mismo. Analizando como base la teoría del color, podemos explicar porqué el ser humano responde de forma positiva o negativa al momento de encontrarse con un espacio al que se le ha asignado un color especifico.
Utilizando el método de Luscher, nos es más fácil para el momento de buscar provocar reacciones especificas en la persona que habita un ambiente determinado. Con este método se puede sugerir un comportamiento en particular en el hombre, como cuando se busca que el mismo sea más productivo en su trabajo, que se sienta cómodo en su hogar o dirigir su atención a puntos determinados.
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